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- Antropoceno y la era de los extremos climáticos
- Roma tapado de basura
- Everglades de Florida: podria contar con más recursos
| Antropoceno y la era de los extremos climáticos Posted: 05 Feb 2019 07:00 PM PST Bienvenidos a la era de los extremos climáticos Fecha de Publicación: 06/02/2019 Fuente: El Pais (España) País/Región: Internacional El calentamiento global está aumentando la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos La ciencia y Hollywood por fin se han puesto de acuerdo: la realidad empieza a parecerse a las películas de catástrofes. Las extremas temperaturas por la parte alta y baja del termómetro sufridas en diversas partes del planeta forman parte de la variabilidad propia del tiempo, pero la inmensa mayoría de los estudios científicos señalan que esta polarización climática irá en aumento a medida que avance el siglo a causa del cambio climático. Y la vida, de humanos y demás seres vivos, será más difícil. "El mes de enero ha estado marcado por un enorme impacto del tiempo en distintas partes del mundo, incluyendo un frío peligroso y extremo en América del Norte, récord de calor e incendios en Australia, altas temperaturas y lluvias intensas en partes de América del Sur y grandes nevadas en los Alpes y el Himalaya". Es una copia literal de una nota de prensa del pasado viernes de la Organización Meteorológica Mundial. Bastan algunos detalles. EE UU está soportando esta semana las temperaturas más bajas registradas, con -48,9º, y los gélidos vientos rebajaron la sensación térmica una decena de grados más. Mientras, en Port Augusta, en el sur de Australia, superaron los 49º y en la templada Nueva Zelanda tuvieron varias noches tropicales la semana pasada. En Hochfilzen, en el Tirol austríaco, se acumularon 4,5 metros de nieve en los primeros 15 días de enero, algo que sucede cada 100 años. Días después, en el extremo oriental del Mediterráneo, un frente frío castigó con fuertes nevadas los campos de refugiados sirios. Y el 26 de enero, Santiago de Chile alcanzaba por primera vez desde que hay registros los 38,3º. Parece el argumento de la película apocalíptica The Day After Tomorrow (estrenada en España en 2004 como El día de mañana). Instituciones tan prestigiosas como las Academias de Ciencias de EE UU (NAS) o el Consejo Europeo de Academias de Ciencia no solo han proyectado un aumento de la frecuencia e intensidad de diferentes fenómenos meteorológicos, también los han vinculado con el cambio climático. Un informe de la organización europea publicado el año pasado muestra que, mientras los eventos geofísicos como erupciones volcánicas, terremotos o tsunamis apenas han aumentado desde 1980, los episodios de sequías e incendios se han más que doblado o las inundaciones y las crecidas se han cuadruplicado. ¿Por qué el cambio climático está extremando el tiempo? En la base del fenómeno está un calentamiento global que se viene observando desde hace más de un siglo. El aumento se ha acelerado desde 1960 y la temperatura media mundial ha subido casi 1º. Las proyecciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático para este siglo van desde un incremento de apenas 1,7º hasta los 4,5º, dependiendo del escenario más o menos optimista de emisiones de CO2. Es este aumento de temperatura, que en regiones como el Ártico, es aún mayor, el que está trastocando el tiempo y son los fenómenos más dependientes de la temperatura en superficie los más alterados. "Aumento en la intensidad de las tormentas, mayor severidad de las sequías, olas de calor, y, también, olas de frío", están, según el climatólogo estadounidense Simon Yang, entre los fenómenos meteorológicos extremos más alimentados por el calentamiento global. Yang, profesor de climatología de la Universidad Estatal de Utah publicó en 2017 con otros colegas el libro Climate Extremes: Patterns and Mechanisms (no traducido al español). La obra muestra que, aún siendo un proceso global, los distintos extremos son muy variables y de impacto regional. En general, en las zonas tropicales, el cambio climático está reforzando tendencias que vienen de antes, como una mayor intensidad de las lluvias al tiempo que una duración mayor de las sequías, como está sucediendo ahora en Australia. Mientras, en otras latitudes, se está produciendo una mayor frecuencia de eventos antes extraordinarios como tormentas locales, sequías o inundaciones. "En la península ibérica, en el caso de que la temperatura global promedio suba en 3º, se estimó que las sequías extremas podrían a llegar a tener una duración de 7 meses si se usa como referencia el nivel de aridez del periodo entre 1970-2000", recuerda el hidrólogo del Centro Helmholtz para la Investigación Ambiental-UFZ de Leipzig (Alemania), el ecuatoriano Luis Samaniego, experto en sequías e inundaciones. "En Alemania, será alrededor de 3,5 meses. Por supuesto que, para Europa Central, dichos eventos serán catastróficos ya que ni la infraestructura ni los ecosistemas están diseñados o adaptados a dichos periodos de escasez", añade. El impacto sobre la vida de tanto cambio también está siendo generalizado. "Un caso significativo es el creciente número de periodos anormalmente cálidos al principio de la primavera... que han dañado a los árboles florales al confundirles haciéndoles sentir que era más tarde de lo que realmente era y, cuando el tiempo vuelve a sus valores normales, las flores mueren", dice el profesor de la Universidad Estatal de Kent (EE UU), Scott Sheridan, que lleva años investigando las consecuencias de los extremos climáticos en la biodiversidad. Antes de la penúltima ola de calor que sufrió Australia, en noviembre pasado, había en sur del continente unos 70.000 ejemplares de zorro volador de anteojos, un murciélago de gran tamaño. Tras seis de días con temperaturas máximas por encima de los 40 grados, había muerto un tercio de la especie. "Hemos documentado 31 casos de poblaciones que se han extinguido localmente tras un evento extremo, la mayoría tras ciclones y huracanes, pero también después de una sequía o inundación", relata en un correo el investigador de la Universidad de Queensland, Sean Maxwell, que en diciembre publicó un estudio sobre biodiversidad y fenómenos meteorológicos. Para él, no hay que esperar al futuro para ser testigos de cataclismos biológicos provocados por extremos climáticos. En cuanto a los humanos, basten tres datos entresacados del último informe de la revista médica The Lancet sobre salud y cambio climático: Uno: hubo tantos días de ola de calor que, de media, cada humano sufrió al menos 1,4 días extremadamente cálidos. Dos: 30 países han visto reducir sus cosechas tras una década de aumentos. Y tres: en 2017 hubo al menos 712 fenómenos climáticos extremos que provocaron unas pérdidas estimadas de 284.000 millones de euros, el triple que en 2016. Sin embargo, ni las evidencias climáticas, ni los datos de su impacto en la salud ni las estimaciones del coste económico parecen hacer mella en los escépticos climáticos. En los convencidos, ni siquiera experimentarlas en primera persona se impone a las creencias. En septiembre pasado, un grupo de científicos británicos y estadounidenses publicaron un inusual estudio sobre extremos climáticos e ideología. Entrevistaron a 3.000 estadounidenses sobre sus experiencias con extremos climáticos en los últimos cinco años. El 22% había sufrido ya antes un vórtice polar como el actual, casi la mitad al menos un episodio de sequías, un 20% un tornado, casi un tercio alguna inundación y un 17% un huracán. "No encontramos pruebas consistentes de que alguno de estos eventos afectara a las posiciones sobre el clima en EE UU a largo plazo", recuerda en un correo el principal autor del estudio, el sociólogo de la Universidad de Exeter, Benjamin Lyons, interesado en la percepción social del clima y su reflejo en los medios. Bienvenidos a la era de los extremos climáticos. . |
| Posted: 05 Feb 2019 07:00 PM PST Roma, en peligro de convertirse en una montaña de basura Fecha de Publicación: 06/02/2019 Fuente: La Nación (Argentina) País/Región: Italia La desbordante belleza y la riquísima historia cultural de la capital italiana conviven con baches, un pobre alumbrado público y toneladas de desperdicios que ya forman parte del paisaje urbano No bien ponemos un pie fuera de la estación de trenes de Termini, puerta de entrada a Roma para muchos visitantes de la ciudad, mi guía turístico me pregunta qué veo. "¿Grafitis? ¿Pintadas? –me atrevo a sugerir–. ¿Basura?". "Exactamente –dice mi guía–. Un romano ni lo notaría. Los romanos están tan resignados a la mugre en la que viven que ya no se dan cuenta. Ni siquiera ven el deplorable estado en que se encuentra la ciudad". ¡Bienvenidos a Roma! Para ser exactos, Massimiliano Tonelli no es un guía turístico convencional. Tonelli es el fundador de Roma Fa Schifo (algo así como "Roma es un asco"), un blog y sitio web con presencia en las redes sociales que desde 2007 intenta despabilar a los vecinos de Roma para que vean la ciudad tal como él la ve: una reliquia rota y anómala en un continente de ciudades en rápido proceso de modernización. Había contactado a Tonelli para pedirle que me mostrara su visión de la ciudad, porque después de casi dos años como corresponsal jefe de The New York Times en Roma me preocupaba haber empezado a hacer –y a ver– lo mismo que los vecinos romanos. Tonelli arranca señalándome los autos estacionados en doble fila que sobresalen de las bocacalles. Sobre la ancha avenida que bordea el elegante barrio de Monti, mi guía se agacha para mostrarme la maleza que crece hasta la altura de la rodilla en las rajaduras del pavimento. "Son señales de abandono", dice. Frente a la Basílica de San Pietro in Vincoli, donde se encuentra el majestuoso Moisés de Miguel Ángel, Tonelli señala tristemente las desteñidas rayas blancas del cruce peatonal, ya indistinguibles sobre el asfalto negro: hace unas semanas, un reconocido juez italiano fue arrollado por un micro en este lugar, y hace apenas días, también un ciclista. En consecuencia, la ciudad prohibió los micros turísticos en el centro de la ciudad, lo que a su vez generó una protesta de los operadores turísticos, que convirtieron la Piazza Venezia, principal rotonda de tránsito de Roma, en un estacionamiento a cielo abierto. Mientras tanto, el municipio sigue sin repintar los cruces cebra de las bocacalles, pero aunque parezca mentira ahora habla de implementar tecnología 3D en la ciudad… Ascendemos hasta el Giardinetto del Monte oppio, un pequeño jardín que ofrece una de las vistas más sobrecogedoras del mundo occidental, con la imagen frontal del Coliseo. Allí, una pareja de brasileños se saca fotos con esa imagen de fondo, pero fuera de campo, y fuera de sus cuentas de Instagram, está esa Roma que los turistas prefieren no mirar: botellas de cerveza vacías, paquetes de cigarrillos, servilletas de papel manchadas, ropa sucia descartada y comida tirada por todas partes, como un picnic grotesco. Los vendedores ilegales de souvenirs cuelgan sus bolsones de plástico de las ramas de los árboles y se meten entre los arbustos para hacer sus necesidades. En los barrios circundantes, las veredas están cubiertas de colchones mojados, heladeras y sillones descartados. Camiones recolectores de basura cubiertos de grafitis avanzan entre muros donde pueden leerse pintadas con el lamento de toda una ciudad: "Roma guasta", en español: "Roma rota". "Y es peor todavía por la asombrosa belleza de esta ciudad –dice Tonelli, y agrega con resignación–: De tres metros de altura hacia arriba, sigue siendo la ciudad más hermosa del mundo". Belleza desbordante... y residuos Adoro Roma. Amo la luz rosada del atardecer sobre sus monumentos de mármol. Me fascina la aterciopelada carbonara que preparan en Da Cesare al Casaletto. Disfruto de las muestras en el museo de arte contemporáneo MAXXI y el murmullo de los estorninos que aletean bajo la sombrilla de los piñoneros. He pasado aquí gran parte de mi vida. Aquí conocí a mi esposa y aquí me hice hincha de fútbol del Roma. Así que, Roma, lo que estoy a punto de decir es porque te quiero. Roma corre peligro de convertirse en un basurero. Y no me refiero a una montaña de basura histórica, sino a una histórica montaña de basura, que es como el poeta Petrarca imaginó la ciudad en el siglo XIV. o sea que no hablo de un precioso tiradero de antigüedades "al fresco" ni de gemas del Renacimiento o tesoros barrocos. Cuando digo basura, quiero decir, literalmente, basura. Los laureles sobre los que durmió la ciudad durante tanto tiempo están hechos polvo. Roma sigue abrumando nuestros sentidos, pero no solo por su desbordante belleza, sino por sus rebosantes basureros, rancios arrecifes de coral que escupen bolsas de basura azules, amarillas y rosadas en prácticamente todas las calles de la ciudad. Las gaviotas graznan desde el cielo para proteger su botín de basura y los frenos de los colectivos de transporte público –que nunca pasan en hora, suelen romperse y a veces incluso explotan– chirrían sobre el asfalto. Los baches resienten la columna vertebral de los conductores y el pobrísimo alumbrado público los obliga a desarrollar visión nocturna. Los perros deambulan sin correa y sin bozal, así que las veredas son traicioneras: mi hijo llama a Roma "la ciudad popó". Esto no es un secreto para nadie. El diario romano Il Mesaggero bien podría llamarse "La Gazeta Basurera", ya que se dedica casi exclusivamente a documentar la decadencia de la ciudad, con titulares como "Sin calefacción en las escuelas" y "Pocos bancos, y además rotos: todos de pie en las plazas". Las escaleras mecánicas de la red de subtes estuvieron fuera de servicio durante semanas, después de un accidente en octubre que casi les amputa los pies a unos turistas rusos. Y el mes pasado varias estaciones directamente no abrieron y un miembro del Parlamento italiano propuso convocar al Ejército para tapar los baches. Mientras tanto, las vallas que rodean los baches y los obreros que cavan eternamente el pavimento para arreglar cañerías rotas siguen complicando el tránsito. Las antiguas "villas" públicas, que funcionan como pulmones verdes de Roma, se han convertido en zonas posapocalípticas donde los linyeras duermen sobre el pasto y los árboles caídos son rodeados de cinta amarilla de "no pasar", como en la escena de un crimen. Bichos y alimañas de todo tipo reptan entre la maleza y los jabalíes han vuelto a deambular libremente por el terreno. Muchos estudiantes de Historia se dirán que no es nada nuevo. Salvo por sus contados momentos de gloria, Roma sabe de memoria lo que es languidecer en el atraso. Ya una vez el papa Gregorio XVI rechazó el alumbrado público tildándolo de "obra del demonio" y durante siglos de corrupción y desgobierno papal, monárquico o político, la ciudad quedó a oscuras. La basura tampoco es un problema nuevo. Sobre uno de los muros que rodean la Piazza Farnese todavía puede leerse una ordenanza de 1752 del "ilustrísimo y reverendísimo monseñor" que prohíbe "arrojar en este sitio basura de cualquier tipo o generar un tiradero de basura, bajo pena de una multa de 25 escudos por cada infracción". Pero esa intemporalidad que supuestamente constituye el atractivo de Roma, ese caos que alguna vez fue un signo de vida frente a la solemnidad de Milán, se ha ido de las manos. Mientras que otras ciudades han hecho avances importantes ("Nápoles es asombrosa", "Milán es Europa", son latiguillos frecuentes), en una encuesta de noviembre sobre los mejores lugares para vivir en Italia, Roma cayó del 67° al 85° lugar, debajo de Cosenza, la pequeña capital de la región de Calabria. El antiguo adagio Para ser justo, preciso y no morir a manos de los furibundos románticos fanáticos de esta ciudad, cabe aclarar que "Roma es espectacular", como reza el antiguo adagio. Y lo es. En el centro histórico de la ciudad, hay tesoros culturales, negocios y locales de pasta para tirar al techo. Los que busquen lujo tienen la posibilidad de pasearse por el elegante, aunque siempre atiborrado, Viale Parioli, donde pueden tomar algo en la Enoteca Bulzoni, picar algo en Ercoli o darse una panzada en el espacioso restaurante Molto. Y quienes busquen eso que las empresas de turismo llaman "la auténtica experiencia romana" pueden visitar el mercado de Testaccio, manotear un sándwich al paso en Mordi e Vai, y explorar el Monte Testaccio, una colina artificial levantada con restos de cacharros de alfarería: en este caso sí, literalmente, una "montaña de basura histórica". Así y todo, si uno escucha a los romanos, ya sean los ricos del centro de la ciudad o los pobres de la deslucida periferia, la queja es la misma: todos ellos deploran hasta el hartazgo el calamitoso estado de las cosas y se preguntan cómo cayeron tan bajo. Los políticos mencionan la burocracia de las Si uno escucha a los romanos, ya sean ricos o pobres, la queja es la misma: todos deploran hasta el hartazgo el calamitoso estado de las cosas y se preguntan cómo cayeron tan bajo oficinas a cargo de la limpieza y el transporte, sumidas en el ausentismo, el nepotismo y el exceso de personal ineficiente. Los vecinos se quejan de un gobierno municipal sobrepasado por los problemas de la ciudad, que no ha logrado cumplir con la clausura dispuesta en 2013 de un depósito de basura ecológicamente nefasto, como tampoco sanear la corrupción en el sector de servicios, explotado por un mafioso tuerto al que llaman el Pirata. ¿Quién tiene la culpa? Algunos apuntan a la crisis económica, a la superposición de ordenanzas bizantinas que nadie cumple y a la vista gorda de las fuerzas de la ley encargadas de hacerlas cumplir. Los socialistas culpan a una Iglesia que perdona y que ha alimentado una cultura permisiva. Y los católicos atribuyen esa falta de responsabilidad individual a la ideología socialista. Los historiadores, por su lado, señalan el resentimiento público con la autoridad, resultado de siglos de tutela extranjera y de líderes locales corruptos. Más allá de las causas, el agotamiento del encanto de Roma ha dado lugar a un cinismo de proporciones epidémicas. La abrumadora respuesta de los romanos ante tanta degradación es compartir memes en las redes sociales. Los amigos no intercambian fotos de sus hijos, sino de la basura que se acumula frente a sus casas. ¡Miren! ¡Llega hasta el primer piso! El blanco de su furia, y no sin razón, suele ser la fustigada alcaldesa Virginia Raggi, o la Raggi, como les gusta llamarla. Curiosamente, Tonnelli fue compañero de secundaria de Raggi, y cuando le pregunto si son amigos, cuenta que la alcaldesa y otros 25 miembros de su partido, el Movimiento 5 Estrellas, lo han demandado por difamación. En 2016, cuando la entrevisté antes de que asumiera el cargo, Raggi no paraba de hablar de las virtudes del reciclado y de encontrar la manera de que los bebés romanos usaran pañales ecológicamente aceptables. Por el contrario, ha debido enfrentar la peor de las emergencias sanitarias. Su municipio acusa al "submundo" de obstaculizar sus intentos por sanear las calles, y Raggi sospecha que hubo una mano negra detrás del incendio que se produjo hace unos meses en el centro de tratamiento de basura por el que pasa una quinta parte de los desechos de Roma. La ciudad quedó envuelta durante días en una ominosa nube negra y maloliente, y terminó enterrando la flamante esperanza de la alcaldesa: los contenedores de plástico para bolsas de basura que se alinean como centinelas mudos en las calles de la ciudad. En Roma, el desprecio por el espacio público es contagioso. Al poco tiempo de vivir en la ciudad, uno se encuentra rebasando los autos por el carril derecho o colándose en una fila. Los romanos celebran las avivadas y se burlan de los giles. Más vale que tu casa esté limpia y que tu ropa esté planchada, pero ¿a qué idiota se le ocurriría baldear la vereda? Por supuesto que entre las grietas de la degradación han surgido algunos brotes verdes de compromiso ciudadano. En los últimos meses, hubo protestas frente al despacho de la Raggi, bajo el lema "Roma dice basta". Hay ONG abocadas a la recuperación de la ciudad, como Retake Roma, que recogen las autopartes oxidadas que se acumulan en las orillas del Tíber. Y hace unos días, casi me alegro cuando me hicieron una multa por estacionar mi moto sobre la vereda. Hace poco, y después de más de un año de demora, celebramos la inauguración de un nuevo sector de juegos, pagado con donaciones privadas, en una de las "villas" que funcionan como parques públicos. "Este era un lugar maravilloso, pero había caído en el peor abandono –dice Federico Morollo, de 60 años, líder de la Asociación de Amigos de Villa Sciarra, haciéndose eco de lo que dicen los habitantes de cualquier parte de Roma–. Los vecinos no podemos quedarnos de brazos cruzados". Así que Morollo empezó a imaginar algo inimaginable para los romanos: el compromiso ciudadano. Logró perseverar a través de todas las trabas de la burocracia oficial, que, según él, desalienta el voluntariado público. "Pero con una buena dosis de compromiso se puede hacer algo", insiste Morollo. Al parecer, Roma tampoco se reconstruye en un día. . |
| Everglades de Florida: podria contar con más recursos Posted: 05 Feb 2019 07:00 PM PST Florida propone una importante asignación para proteger el agua y conservar los Everglades Fecha de Publicación: 06/02/2019 Fuente: Agencia EFE País/Región: Estados Unidos El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha recomendado la asignación de una partida presupuestaria de más de 625 millones de dólares para la protección de los recursos hídricos del estado, incluyendo la restauración de la reserva de los Everglades. Según un comunicado oficial que recoge el anuncio hecho hoy en Naples (suroeste de Florida) por el republicano DeSantis, que asumió el cargo el pasado 8 de enero, su objetivo es que al final de su mandato de cuatro años, la inversión hecha para proteger el agua del estado totalice más de 2.500 millones de dólares. Ello supondría mil millones de dólares más de lo invertido durante los cuatro años del segundo mandato consecutivo del anterior gobernador, el también republicano Rick Scott, que fue criticado por su escaso interés por preservar el medio ambiente. Preservar el medio ambiente Ya en su mensaje de asunción del cargo, DeSantis, de 40 años, marcó distancias con su antecesor en materia de medioambiente. "Nuestro potencial económico estará en riesgo si no resolvemos los problemas que afectan a nuestros recursos hídricos y el medioambiente", dijo entonces DeSantis. El gobernador dijo en Naples que la propuesta de presupuesto que va a presentar al Congreso estatal "tendrá un impacto sustancial en los recursos hídricos y la calidad de vida en Florida". En su primer proyecto de presupuesto asignará una partida récord de más 1.700 millones de dólares para proteger y preservar el medioambiente. Conservación de humedales La mayor asignación en el área de medio ambiente -360 millones- será para restaurar los Everglades, el enorme humedal rico en biodiversidad situado en el centro del estado. Una de las acciones clave en los Everglades es agilizar la utilización de una gran superficie de terreno cerca del lago Okeechobee con el fin de almacenar agua y no canalizarla hacia los estuarios, para "eliminar" así miles de litros anuales de "fósforo y nutrientes contaminantes". Ello "reducirá significativamente las descargas de agua del lago Okeechobee" y servirá para acabar con el vertido masivo de agua del lago hacia varios estuarios y ríos localizados en diferentes condados, indicó. Área de los Everglades El almacenamiento de agua en la zona denominada Área Agrícola de los Everglades (EAA) es una de las "piedras angulares" para el plan de restauración integral de los Everglades, aprobado en el año 2000. El proyecto EAA recibirá 107 millones de dólares, 43 millones anuales más de los 64 millones previstos, con el fin de "asegurarnos de que estamos avanzando para mover el agua hacia el sur" y "restaurar el flujo" de millones de litros por día. El objetivo es que, ya limpias las aguas, estas se canalicen hacia el sur, al centro de los Everglades, y de allí al Parque Nacional de los Everglades y la bahía de Florida, un plan que incluye la eliminación de los elementos en la autopista Tamiami Trail, de 276 millas (443 kilómetros), que obstaculizan el flujo del agua dulce hacia el sur. . |


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