Páginas

viernes, mayo 31, 2019

Santiago, la más caribeña de las ciudades cubanas - Revista de Historia



Santiago de Cuba 19/02/2019

Santiago de Cuba es una de las siete primeras villas fundadas por los españoles en Cuba. Exactamente fue fundada el 25 de julio de 1515 por Diego Velázquez y Cuéllar. Ubicada en el extremo oriental de Cuba posee una hermosa bahía de cara al Mar Caribe y por sus condiciones geográficas excepcionales fue la primera capital de Cuba hasta 1556, cuando se designa a San Cristóbal de La Habana como capital.

Es la segunda ciudad más importante del país debido a su economía y población. Fue capital de la antigua provincia de Oriente y actualmente lo es de la provincia del mismo nombre.

Santiago, la más caribeña de las ciudades cubanas

A Santiago de Cuba se le considera una ciudad excepcional, en la que se combinan múltiples valores y atractivos que permiten al visitante entrar en contacto con la idiosincrasia de su gente, la cultura e historia del lugar; mientras disfruta de la naturaleza exótica.

Fue declarada Monumento Nacional el 24 de junio de 1979 y cautiva por la belleza natural y arquitectónica y por la hospitalidad de su gente. Es la única Ciudad que ostenta la condición de Héroe de Cuba, título concedido por el aporte de su pueblo a las gestas libertarias de los cubanos.

De Santiago salió Hernán Cortés, quien fuera el primer alcalde de la ciudad, hacia la conquista de México. También de Santiago de Cuba partió el conquistador y explorador Pánfilo de Narváez con el título de Adelantado y de Gobernador rumbo a las costas de la Florida en viaje exploratorio, expedición que terminó en fracaso y le costó la vida a Narváez.

Por la bahía santiaguera entraron los primeros esclavos negros a Cuba y con ello se fueron consolidando las raíces africanas y españolas. De todas las ciudades cubanas es la más caribeña; al fundirse, como en ninguna otra parte de la Isla, la cultura española, africana, francesa, haitiana, china y caribeña.

En Santiago está la casa más antigua de Cuba, la construida por Don Diego Velázquez, erguida en la calle Aguilera, frente al Parque Céspedes. En la actualidad radica el Museo de Ambiente Histórico de Cuba.

En la ciudad coinciden estilos arquitectónicos múltiples, desde el colonial y barroco hasta el neoclásico y el racionalismo más depurado, pasando por el vanguardismo y el art decó, es por ello que generalmente se califica como una ciudad de estilo ecléctico.

En las calles del Casco Histórico se pueden apreciar sus casas coloniales con las características paredes de adobe, techumbres a dos aguas de tejas cerámicas, grandes ventanales y patios interiores ajardinados.

El Castillo de San Pedro de la Roca situado frente a la bahía, tiene una rica historia y constituye un modelo de las construcciones militares de España en el Nuevo Mundo. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1997.

Dentro de las maravillas de la ciudad santiaguera está El Tivolí, una de sus barriadas que funde en sí misma los sincretismos culturales e intercambios étnicos de la nacionalidad cubana. Tuvo un impulso urbanístico al calor de la Revolución Haitiana a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Pertenece a la memoria francesa en esta urbe sur oriental.

Todo el centro de la ciudad, con una superficie aproximada de 2,5 kilómetros cuadrados, contiene un sinnúmero de lugares vinculados a las diferentes contiendas independentistas del pueblo cubano. Por estas y otras razones, el centro histórico santiaguero es Monumento Nacional desde 1979.

Destacan sobremanera el Cuartel Moncada y el conjunto de lugares asociados al asalto liderado por Fidel Castro el 26 de julio de 1953. Y doce kilómetros al sureste, la Granjita Siboney muestra los vestigios museables de la preparación previa de los asaltantes, conservados como evidencia ineludible del pasado heroico de la ciudad.

Mientras, en el suroeste de la villa, el Cementerio de Santa Ifigenia recoge en sus 130 000 metros cuadrados quizás el mayor testimonio de la historia santiaguera y ofrece al espectador una elevada muestra del valor artístico de Santa Ifigenia, genuina prenda de la arquitectura funeraria cubana con casi siglo y medio de funcionamiento.

Frente a la hermosa bahía santiaguera fue derrotada la flota española del Almirante Pascual Cervera en julio de 1898, en la batalla que decidió la suerte de la Guerra Hispano-Cubano-Americana. A lo largo de la costa exterior aún pueden apreciarse los restos de los buques ibéricos hundidos por los cañoneros yankis.

Pero, sobre todo, junto a sus decenas de monumentos, sobresale el calor, la nobleza y la hospitalidad de su gente. El santiaguero es reconocido por su gentileza y buen trato. También es expansivo y comunicador.

Santiago de Cuba está considerada como la cuna de la Revolución y desde 1868, inicio de las luchas por la independencia, hasta acá nunca se ha desarrollado un movimiento revolucionario que no se haya sido gestado primero en sus calles.


Autor: Narciso Fernández Ramírez para revistadehistoria.es

¿Eres Historiador y quieres colaborar con revistadehistoria.es? Haz Click Aquí


No hay comentarios.:

Publicar un comentario